Mejores cuentos que el de los chinos

 


Mejores cuentos que el de los chinos

 







Cuando superaron el cuento chino con aquello de que internet se les escapó a los militares en una de las crisis por los misiles atómicos.

Las arañas, que siempre supieron que para sobrevivir necesitan de “una red”, se juntaron para poder tener una tan grande que abarcara “cuasi” el mundo entero y ¡¡¡como lo celebraron”!!!

Su carnaza ya estaba precocinada con los cambios para no cambiar nada. Sólo detuvieron el avance cultural y despojaron del conocimiento a los nuevos retoños; en la actualidad sobre los 12/13 añitos, con una avanzadilla de veinteañeros, que nacían de los hijos de los “posmodernos”. Aquellos que aspiraban a un Cadillac, que nunca tuvieron, que Hawái y Bombay que eran ¿paraísos? y que sólo algunos llegaron por unos días y un par de años en plazos del crédito o bien, aspirar no a una casa, sino a un “chalet” / “hotelito” a las afueras en la Sierra, lejos del barrio: a los que sólo llegaron los “caraduras que iban de salva /patrias” o a una eterna reforma de la casa y la cerca o la huerta, que heredamos de los viejos, que estos a su vez heredaron de sus viejos, que estos tomaron por prenda con la ruina de su señor o bien con las jornadas mortales en las zafras, en las vendimias, en las humillaciones europeas limpiando o en fábricas como peones.. etc

Pues si, tienen sus carnazas a una, ya casi empieza el plural de “unas” generaciones de ALFOS. Porque sería temerario llamarles ALFA (lo mismo creen que superan a Beta). Lo que si se creen como “portentos” ALFA y las hembras ALFAS porque al ver que el poder del macho es lo que cuenta, pues vamos a ello y que los hijos los pongan los inmigrantes.

No podemos culparlos, han sido trabajados para ello, y las generaciones que les pre/cedimos permitimos que esto ocurriera con nuestra “también programada” dejadez. En estos casos fueron las teles, el cine, la prensa. Junto con las farmacéuticas y sus virus programados los que nos fueron “desclasando” y hasta que con la música perdimos el norte.

Esos nuevos -intitulados- de fantasmagóricas e insípidas universidades, los pocos que llegaron, pero llegaron a la nada. Aprender (es un decir), aquello que anteriores generaciones dominaban para poder acceder a una educación superior ya exterminada. Acabaron con la pública como tal, con la excusa de que “eran la mayor generación de titulados”, pero con apenitas conocimientos a poquito, poquito de un nivel medio. Eso sí, los centros universitarios privados y elitistas se establecieron, y apenitas usan eso que el populacho llama tecnologías.

A mitad, hoy hechas atractivas y antes despreciadas, esas formaciones profesionales como ramilletes de flores muy frescas de todo tipo y color … y que no habrá empresas ni empresarios capaces de absorber tal maraña enmarañada y que los FONDOS EUROPEOS se encargaron y encargan de “engordar” a las nuevas carnazas. Existió un tiempo que ser esa cosa que llamaron “emprendedor”, produjo lo suyo en fondos colonizadores. Sus programas eran bestiales: y sus gestores elevaron sus cuentas tanto que luego levantaron edificios propios para centros de enseñanza privada, pero todo logrado con Fondos Públicos Europeos. La mayor estafa de la historia en estos apartados.

Eso sí, tenemos Tablet, tenemos móvil, tenemos ordenadores y no sé qué más. La verdad verdadera está toda, pero todita en la red. La visión de la tele es para los viejitos, eso ya es de “casuales”. Ahora somos los más numerosos esclavos, esclavas y esclaves, que jamás se pensó.

· Sí, los hijos de los “casuales”:

· Baby Boomers 1945 a 1964

· Generación X 1965 a 1981

· Generación Y / Millennials 1982 a 1997

· Centennials /Generación Z 1997 a 2010

· Ya desde la dominante anglo/esfera dan nombre a sus nuevos diseños como ALFA. Humillante definición de los mercados financieros que entrelaza los excesos libres de riesgo y los retornos de réditos. / “y a buen entendedor” economía no le falta.

Son ahora los nuevos consumidores de todo lo que le han diseñado, pero esta vez ha sido el gran triunfo de los diseñadores arácnidos en sus redes.

Los hijos y herederos de narciso, pero con el añadido de pelotaris sociales incultos y engreídos van a ser los dominantes (ya lo son) a ritmos de trap, heredero del reguetón y sus “contaminantes venideros”, donde la mujer se cree lista y fuerte por exhibir fuerza/ agresión, rechazando feminidad y maternidad.





Eso sí, maquillados de aventajados en matemáticas y cuántica, capaces de diseñar todo en redes “con la tabla de sumar y restar”- desconocen otros parámetros, pero es lo que se decía, “puro envase -la moda músculos gym tiene su parte- sin contenido”. Lo peor es su creencia en que saben y son superiores. Por tanto, no pueden aprender porque no pueden desaprender. Su “ego emocional así lo indica”. Pero no como a la vieja usanza tan humana del “choque generacional”; no, ya es el género carnaza cuasi perfecto. Llevan en sus manos todos, un transmisor de órdenes tan directas como asumidas.

Es que no se puede pensar sin palabras. Y una de nuestras principales herramientas que es el idioma, el español, con superioridad de las cien mil palabras, utilizar unas 200 es ya una osadía decirlo. ¿Qué se puede pensar, soñar, aventajar, progresar? …utilizando un mínimo de palabras de tu idioma. Ya la red twitter se convirtió en X pero nos dio el doble de los 120 caracteres originales. No sabemos para qué, si con 60 les sobran.

Pero la risa, eso sí, es mágica. El escarnio o el acoso es risa.

Sin sus capataces este nuevo mundo no podría darse. Lo damos por hecho. Gracias progres del mundo ¡¡¡UNÍOS!!!

Adelante pues carnazas. La red les pertenece. Son su alimento.

Nos chafaron parte de nuestra vida y ahora convierten a nuestras nuevas generaciones en esclavos modernos. Hacen, dicen… pero no saben pensar. Peor aún; no pueden ni saben soñar.

Una tarde buscando la brisa en Guara-

Pozán de Vero

Simón Antonio de Contreras y Villalba

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